La cabeza sobre mi almohada,
mi espalda hacia la ventana,
No sé como lo conseguiste. Siento tu respiración en mi hombro.
Las curvas de tus dedos, sinuosas, seguras, consiguen encontrar mi forma.
No es un sueño, son tus manos.
jueves, 28 de abril de 2016
Hoy y mañana
Hacer una pausa, respirar, pensar. Se acabó. El contador está en 0, simplemente es y fue todo parte de lo que se debe vivir.
La conclusión es que nada será más valioso, que el poder que tenga uno de sus actos, pensamientos, la libertad.
Buscar, no hace más que alejarnos del objetivo principal, la felicidad. Parte de la física, atracción y repulsión magnética.
¿Por qué no vivir felices con lo que ya nos rodea?.
Llegó el momento de mirar atrás y valorar, valorar de estar en pie a pesar, de tener una historia diferente. Llegó el momento de crecer, y entender (siempre lo ha sido), aunque la nostalgia regrese a los ojos, que regrese a divagar en los pensamientos. Llegó el tiempo (y de no perderlo), de construir; y es la promesa que uno se debe hacer, de no permitir, absolutamente nada, que altere ese objetivo. La coherencia ha de ser de la intención y de los actos.
De hoy, sí de hoy, simplemente porque no me lo merezco, no he permitir más sombras.
Reconocer los errores, sufrir las consecuencias de ello, es parte del balde de agua fría que se debe recibir en algún momento, para reaccionar, después del aletargamiento. Nadie será perfecto, pero habrá quienes serán astutos, para aprender de ellos.
Tratar de racionalizar, posterior a la tormenta es parte del crecimiento, aunque sea tarde para arreglar lo ya sucedido, nunca será tarde para uno mismo y para lo que sucederá.
Escribo porque realmente, pensé estar en el camino correcto (en el momento y tiempo también), sin embargo, el peso de las malas decisiones pasadas, inseguridad, la falta de experiencia, borraron al mismo. Reconozco la causa y como ha de ser una caída tan abrupta, de eso necesariamente se aprende.
..."Alguna vez, habrá un caos en tu vida, que lo revolucionará todo y querrás cambiar hasta la piel".
La conclusión es que nada será más valioso, que el poder que tenga uno de sus actos, pensamientos, la libertad.
Buscar, no hace más que alejarnos del objetivo principal, la felicidad. Parte de la física, atracción y repulsión magnética.
¿Por qué no vivir felices con lo que ya nos rodea?.
Llegó el momento de mirar atrás y valorar, valorar de estar en pie a pesar, de tener una historia diferente. Llegó el momento de crecer, y entender (siempre lo ha sido), aunque la nostalgia regrese a los ojos, que regrese a divagar en los pensamientos. Llegó el tiempo (y de no perderlo), de construir; y es la promesa que uno se debe hacer, de no permitir, absolutamente nada, que altere ese objetivo. La coherencia ha de ser de la intención y de los actos.
De hoy, sí de hoy, simplemente porque no me lo merezco, no he permitir más sombras.
Reconocer los errores, sufrir las consecuencias de ello, es parte del balde de agua fría que se debe recibir en algún momento, para reaccionar, después del aletargamiento. Nadie será perfecto, pero habrá quienes serán astutos, para aprender de ellos.
Tratar de racionalizar, posterior a la tormenta es parte del crecimiento, aunque sea tarde para arreglar lo ya sucedido, nunca será tarde para uno mismo y para lo que sucederá.
Escribo porque realmente, pensé estar en el camino correcto (en el momento y tiempo también), sin embargo, el peso de las malas decisiones pasadas, inseguridad, la falta de experiencia, borraron al mismo. Reconozco la causa y como ha de ser una caída tan abrupta, de eso necesariamente se aprende.
..."Alguna vez, habrá un caos en tu vida, que lo revolucionará todo y querrás cambiar hasta la piel".
lunes, 25 de abril de 2016
Las manos
De las manos,
un atardecer rozando el cielo.
Avanza el cuerpo, y tu boca, se transforma en un reflejo, sobre mi cuello,
se desprende y asciende... el rojo anaranjado de un infinito, el fuego, en las nubes.
Tu boca, que busca, se disipa ansiosa, marca la piel de mis labios,
y el sol, el trazo infinito, que extingue, el día en curso.
Tu cuerpo, mi cuerpo, un abrazo y tus caderas,
y del fuego y rojo intenso (que abrasa)..brilla la primera estrella.
despierta...es un sueño.
Ya es de noche.
un atardecer rozando el cielo.
Avanza el cuerpo, y tu boca, se transforma en un reflejo, sobre mi cuello,
se desprende y asciende... el rojo anaranjado de un infinito, el fuego, en las nubes.
Tu boca, que busca, se disipa ansiosa, marca la piel de mis labios,
y el sol, el trazo infinito, que extingue, el día en curso.
Tu cuerpo, mi cuerpo, un abrazo y tus caderas,
y del fuego y rojo intenso (que abrasa)..brilla la primera estrella.
despierta...es un sueño.
Ya es de noche.
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