De las manos,
un atardecer rozando el cielo.
Avanza el cuerpo, y tu boca, se transforma en un reflejo, sobre mi cuello,
se desprende y asciende... el rojo anaranjado de un infinito, el fuego, en las nubes.
Tu boca, que busca, se disipa ansiosa, marca la piel de mis labios,
y el sol, el trazo infinito, que extingue, el día en curso.
Tu cuerpo, mi cuerpo, un abrazo y tus caderas,
y del fuego y rojo intenso (que abrasa)..brilla la primera estrella.
despierta...es un sueño.
Ya es de noche.